Nicolás Mallea es oriundo del departamento de Rivadavia, provincia de San Juan, y segundo hijo de Virginia y Roberto. Roberto jugó en Juventud Alianza y en 1980 en un amistoso en Mendoza, César Luis Menotti -entrenador por aquel entonces de la Selección Argentina- lo convocó para un Preolímpico que finalmente no se llevó cabo por el contexto que vivía la desaparecida Unión Soviética, país donde se iba a disputar el certamen. Facundo, el mayor de los hijos de los Mallea, por su parte, se encuentra jugando en San Martin de San Juan.
Los primeros pasos de Nicolás con la redonda fueron en el Club Atlético de la Juventud Alianza, de la provincia cuyana, hasta que tres años atrás surgió la posibilidad de venir a Buenos Aires a realizarse una prueba donde luego de dos días en el club volvió a su casa y le comunicaron que había sido seleccionado para jugar en San Lorenzo. También vistió la albiceleste, donde fue citado para la Selección Sub-17 que dirige Pablo Aimar. El delantero azulgrana tiene como referentes en el plantel profesional a Ángel Romero y Alexander Díaz, y juega como extremo, pero le gusta ir por todo el frente de ataque. Al igual que el Tanque, supo ser campeón con el Ciclón, pero Mallea festejó con sus compañeros ganaron el torneo Apertura 2018. Sin embargo, la felicidad no fue completa, ya que no pudieron consagrarse en la final con Boca, que había ganado el Clausura.
La categoría 2004 viene haciendo ruido en los pasillos de Ciudad Deportiva, ya que son varios los que te hablan y nombran a muchos jugadores que la componen, depositando gran confianza en muchos de ellos, tanto es así que entre los futbolistas llamados a entrenar con la Reserva, hay seis apellidos de ese plantel. ¿Quiénes son? Agustín Giay (mediocampista), Tomás Porra (enganche), Elian Irala (volante central), Santiago Torres (arquero), Tobías Medina (volante) y el propio Nicolás Mallea. Todos ellos fueron citados para sumarse a las prácticas en la segunda tanda de futbolistas bajo las órdenes de Diego Monarriz.
Algunos ya llevan varios días diciendo presente en el Club, pero uno de los últimos en arribar a la Capital Federal fue Mallea, quien tuvo que venir en un camión ante la falta de posibilidades, y para no seguir dejando pasar los días de entrenamientos junto a sus compañeros. En una charla exclusiva con San Lorenzo Primero, Nicolás contó cómo fue venir de San Juan a Buenos Aires en un Scania. “Realmente estaba muy complicado en mi provincia, no tenía como volver. Buscamos varias alternativas con mis padres, pero ninguna se terminaba concretando. La única opción que quedó fue ésta y no la dude. No quería perder más tiempo, ya que tendría que haber estado acá hace una semana”, admitió el juvenil.
“Salimos el domingo a las 13 horas, aproximadamente, y llegamos este lunes en horas de la tarde. Fueron casi 24 horas de viaje. El dueño de la empresa que maneja los camiones es muy amigo de mi papá y fue gracias a él que hoy estoy acá”, reconoció Mallea, quien mientras espera por el resultado del hisopado, pasará los días en el domicilio de un amigo.
De cara al corto plazo, el sanjuanino tiene las ideas muy claras: “Mis objetivos son poder afianzarme en la Reserva, sumar minutos y ganarme un lugar. Además, tengo la ilusión de poder jugar un torneo sudamericano que es lo que todo chico de mi edad sueña”. No hay dudas de que a Nicolás Mallea condiciones le sobran, ni hablar de sus ganas…
FUENTE: San Lorenzo Primero.